La política de calidad del
Centro concertado de Formación Profesional López y Vicuña de A Coruña viene definida por
las líneas marcadas en el Proyecto Educativo Institucional y que es vinculante
para todos los centros educativos que la Congregación RMI tiene en
España.
Impulsado por la
Institución, su finalidad es responder a una nueva época, con nuevos retos,
nuevas oportunidades, nuevas metodologías y herramientas para responder a los
fines formativos, educativos y evangelizadores que nos son propios.
La Política de Calidad de
nuestro centro tiene el objetivo de cubrir las expectativas profesionales y
personals de nuestros alumnos en particular y de la sociedad en general,
teniendo en cuenta una formación técnica pero también humana y cristiana.
- Impulsar la formación integral, acompañando a cada persona desde su realidad actual y cambiante, para que pueda desarrollar todo su potencial, fomentando su integración en la sociedad y un compromiso solidario con ésta.
- Acoger a las personas tal y como son, escucharlas sin prejuicios, conocer su realidad, su entorno y cultura para proponerles un camino que les ayude a tomar sus propias decisiones y a su promoción.
- Ser guías permanentes o mediadores de aprendizaje.
- Apostar por jóvenes en situaciones desfavorecidas.
- Educar con una visión carismática fundamentada en el amor, la prevención y la acogida a la juventud.
- Enseñar a pensar a los jóvenes por sí mismos, para que sean capaces de tomar decisiones que les permitan ser los protagonistas de su vida y despertar actitudes de compromiso que les ayuden a llegar a ser agentes de transformación de la sociedad.
- Impulsar la autonomía y la creatividad del alumnado.
- Vivir la acogida desde el estilo pedagógico de Vicenta María, manifestada en la aceptación incondicional de la persona, prestando atención a sus necesidades, desde la presencia y la escucha, para potenciar lo mejor de cada uno.
- Proyectar nuestra acción educativa con entusiasmo más allá del aula en el marco del respeto, libertad y solidaridad.
- Como comunidad educativa, motivar en el compromiso con la vida, que se traduce en actitudes y vivencias de solidaridad, empatía, responsabilidad, trabajo en equipo… para cooperar en la realización de proyectos humano/sociales
- Caminar junto a nuestros jóvenes, ayudándoles en el proceso de crecimiento personal para que adquieran las competencias académicas, religiosas y personales necesarias para su desarrollo integral y su integración social. Trabajamos en nuestros Centros la entrevista personal y el seguimiento actitudinal y académico.
- Despertar la inquietud por la búsqueda del sentido de la vida a través de la fe.
- Ser centros capaces de captar las necesidades y las carencias de los alumnos en cualquier aspecto y circunstancia.
- Abrir el aula a la vida teniendo en cuenta las demandas de la sociedad, partiendo de una metodología personalizada en la que el alumno sea el protagonista, dotándole de las herramientas necesarias que despierten y estimulen su autoaprendizaje.
- Ser conscientes de nuestra dimensión espiritual para mejorar como personas desde una experiencia individual y comunitaria.
- Ir más allá de los contenidos académicos, favoreciendo su crecimiento personal teniendo en cuenta las características de cada alumno, ofreciéndoles valores en torno a la familia, la libertad, el sentido crítico, la convivencia y la paz conforme a la pedagogía de las RMI.
- Ser centros actualizados y coordinados, capaces de llegar a las raíces de los problemas, dando respuestas preventivas adecuadas al alumnado que les ayuden a canalizar y cubrir sus carencias o necesidades, y facilitarles las herramientas necesarias que les permitan afrontarlas.
- Ser centros en el que la implicación activa, la cohesión de equipo y el sentido de pertenencia de toda la comunidad educativa, sean los motores que impulsen el cambio hacia una vivencia comunitaria socializadora y transformadora.